Imagina que te encuentras en una alcoba y recién estás despertando, apenas entra la luz del amanecer, tienes un techo robusto, paredes que arrastran el aroma de los años y al frente una ventana cerrada que en sus orillas refleja la luz del nuevo día; te levantas y te diriges hacia dicha ventana, haces a un lado la cortina, quitas el seguro y la abres, ves un gran destello de luz y a medida que se desvanece y tus ojos se acostumbran a ella, ves un extenso campo en el cual se observa un hermoso viñedo, te das cuenta que alrededor de tu ventana hay enredaderas llenas del fruto de la vid, las hay verdes y tintas y al fondo un acordeón entonando las notas de Bajo el Cielo de Paris. ¿Cuál sería tu pensamiento?
Piénsalo la próxima vez que tomes una copa de vino. ¡Te transportará!
Jose Corado
